Vi una película en clase, te recordé. Has quedado tan lejana, pensar que con el tiempo pensaré si todo aquello realmente pasó o si no es alguno de mis delirios. ¿No crees que es sorprendente como puedes estar tan feliz de lo que pasa en tu vida, de la compañía de ciertas personas y de un momento a otro todo eso desaparece? Mi vida ha sido un loop de separaciones dolorosas y ¿sabes? Todo es mi culpa, no tengo idea de cómo no me he matado en tantas noches de desesperación donde mis brazos sangran y mis lágrimas se secan, donde mis gritos sofocados perforan mi garganta.
Estoy segura que tú me habrías enseñado esa película, por alguna razón no lo hiciste, pero es de tu tipo, sin duda. La habríamos visto, habríamos platicado sobre ella, te habría dicho lo mucho que te quería... Oh... te extraño tanto, cómo desearía que pudieras leer lo que te escribo, como quisiera volver a escuchar tu risa.
Tal vez sólo es mi dolor tomando el control de nuevo. En este momento espero la llegada de alguien, así como esperaba tu llegada aquellos años, ¿recuerdas? La ansiedad me consumía, miraba el reloj, sólo quería verte, escuchar lo que me contarías. No... no lo recuerdas, nunca supiste que te esperaba ansiosa.
No olvidemos recordarle nuestro amor a los que amamos, no olvidemos visitar a los que amamos, no peleemos con los que amamos... Pocos segundos bastan para que el tiempo lo destruya todo.
Ya casi son diez años, Laura, pero con los años te encuentro más hermosa, más distante... Con los años reafirmo que la melancolía de tu recuerdo me va a matar.
-V.C.
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