jueves, 30 de abril de 2020

G.

Un día para festejar a los niños, ¿por ser niños? Un día para recordar que hemos dejado la niñez atrás. Hay quienes se regocijan hoy al saberse niños; otros padecen la niñez como un castigo, quietos, esperan el momento para ser adultos para poder cumplir sus sueños... sueños que probablemente se desgarrarán en el camino, ¿o sólo es mi experiencia?

Cada que miro tu rostro encuentro escondido al pequeño de tres años. Cada que escucho tu voz recuerdo la vocecilla chillona de tus cuatro años tratando de pronunciar oraciones. El habla fue lo primero que te esforzaste en desarrollar. Querías existir.

Pero ya no eres aquel niño de tres ni de cuatro años, ahora eres casi un preadolescente de doce años, dices cosas con mucho trabajo, hay algo que te quiere sellar la boca, lo sé porque miro tus ojos pequeñitos y su brillo parpadeando. Dudas, te abrazas a las pequeñas manías que estás desarrollando como cuando yo me mordía el pulgar a tu edad. En silencio he visto cómo cuestionas lo que te dicen y lo que te hacen.

A tu edad mi mundo era gigante, deseaba tantas cosas buenas para mi madre, para mi padre, para la humanidad. Creía que el mundo podía cambiar, tenía esperanza en ayudar con el cambio. Quise perdonar todo el daño provocado por la ignorancia, quise olvidar la maldad de los niños, de las niñas y de los adultos. A tu edad escribía diario, estúpidamente le escribía a las chicas superpoderosas, les contaba sobre una de mis herida más profundas: mis padres... mi padre. ¿Piensas en tu papá? Es casi inevitable pensar en un señor que compone casi todas las familias, ¿por qué todos tienen a su padre menos yo? Seguro lo pensaste alguna vez. Se me parte el corazón. Tu padre no desapareció como el mío, tu padre te dejó... Quisiera abrazarte, pero sé que nadie nunca llenará ese hueco por más que lo intenten, pero quiero que sepas que se puede vivir así, tal vez con un poco más de dificultad.

Yo te amo, yo te demuestro lo mucho que te amo, tal vez no de la mejor manera porque no sé cómo, pero te enseño todo lo que me ha hecho feliz en la vida y eso para mí es demostrar mi amor.

He sido un espectador en tu vida, he visto cómo ha cambiado tu personalidad. Aquel niño extrovertido que invitaba a todos a pasar a la casa se transformó en un niño introvertido que prefiere hablar en memes para reír, para olvidar. Eres inteligente, mucho, un peso más para ti... una gran herramienta si la sabes usar.

Si supieras lo mucho que significa tu existencia para mí. Si supieras que eres de las tres personas por las que daría mi vida sin dudar. Si supieras que eres el hijo que nunca tendré... si supieras sabrías lo mucho que te amo. Pero sólo supones que te quiero mucho. Así está bien.

Eres el último niño con el que tendré esta conexión, ¿la recordarás? Cuando muera y tengas mi edad pensarás que la tía V. a esa edad se encerraba en su cuarto porque no podía alzar el rostro por su depresión ni salir al mundo por lo mismo, ¿me entenderás? ¿Recordarás cuando repetíamos la misma canción una y otra vez unidos por un sentimiento que no podías explicar pero que yo conozco demasiado bien?

Mientras viva nunca te dejaré caer.

-R.A.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario