Esta forma de matarme me está volviendo loca. Anoche platicaba con un amigo en un grupo de Xbox sobre el vértigo. Le conté que me gusta lanzarme desde edificios altos para sentir cosquillas en el estómago, es como subirse a un columpio y tratar de dar la vuelta. Le pregunté si creía que así se sentiría en la vida real. No sabe. Yo tampoco sé, pero supongo que sí. Pienso en las veces que miraba desde la azotea hacia el techo de los vecinos, pienso en aquella vez que me senté al borde de nuestra azotea, balanceaba mis piernas y miraba a los muchachos del patio vecino jugar. '¿Cuánto tardarán en encontrarme?' pensaba. Mi madre subió, me llamó para comer. Desde aquel día pusieron candado en la reja para que nunca más volviera a balancear mis piernas al borde del tejado. Ya recuerdo. Parece que ha pasado una vida. Sólo han pasado trece o catorce años. Tanto tiempo gastado. Trece o catorce años...
Hoy pensé de nuevo en los RMSH, en Nery y en Néstor en concreto. Me dio coraje lo que hicieron conmigo, me da asco. Ojalá uno pudiera escapar de los recuerdos. Ojalá ya no doliera. Mi vida es una carrera de fracasos, siempre tropezando. Siempre la misma mierda.
Mis lágrimas ya no me queman las mejillas. Necesito una habitación propia, todo mi talento se ha esfumado... necesito llorar como antes no a escondidas como hoy, intentando no resoplar y sonarme la nariz lo más bajo posible. Esta jaula es cómoda, pero aunque no sangre me estoy muriendo. Hay tantas formas de morir...
Y a veces lo miro y pienso '¿qué tal si cuando me esté muriendo ya no me quiero morir?' Como esta última vez que me dolía el estómago y el colon.
Quiero morir antes que mi hermano y mi padre; antes que mi madre y mis sobrinos; antes que el tío Fili y Gabriel. Antes que todos. Pero, a excepción de mis sobrinos y Gabriel, todos están más enfermos que yo lo cual me deja en desventaja.
Como soy incapaz de salir al mundo e intentar ser un adulto me quedo aquí en mi jaula bien conocida y bien cómoda en lo que pienso la mejor forma de salir con estilo y sin vida. Pero por favor que no pasen trece o catorce años.
-R.A.
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